top of page

De regreso...hoy te veo.

  • Ps. Massiel Martínez.
  • 3 oct 2017
  • 3 Min. de lectura


He estado casi un mes y medio ausente. Un mes y medio en el que no he subido ningún post. Todas las madres pasamos por diferentes estados. Momentos en que somos unas supermadres y tenemos todo organizado; comidas, actividades, horarios, familia, trabajo, esposo, hijos, pacientes y otros momentos en que no nos alcanza el tiempo para absolutamente nada, hacemos todo a medias y andamos despeinadas por la vida, pedimos pizza, sushi, algo de algún delivery, una ducha rápida.


Muchas veces nos sentimos sobrepasadas, la maternidad no es fácil, así cómo tampoco lo es la paternidad.


Has estado en los 3 partos, de los 3 , el último fue él más complejo. Entre contracciones vi tu cara de dolor y preocupación. Me sostenías entre tus brazos mientras lloraba y gritaba con cada contracción. Te preocupaste cuando viste qué todo se podía salir de control. Fue todo rápido y doloroso, no fue como las dos veces anteriores en donde todo había salido perfecto. Te impacientabas cuando veías que no llegaban los médicos, ni el anestesista y en donde sólo había 2 matronas y una enfermera y ya no se podía esperar más.


Después de largas horas, Magda nació...


Vi tus ojos de almendras iluminados, brillaban y se llenaban de lágrimas. Habíamos terminado. Exhaustos, la labor había sido ardua y una sonrisa te iluminaba el rostro. Mientras ella estaba en mi pecho y preguntabas si estaba bien, si estaba sana y la mirabas diciendo que era hermosa. Nos quedamos lo 3 por varios minutos, conociéndonos en una privacidad que sólo el contexto inusual nos pudo dar.


Iniciamos un nuevo proceso... nos convertimos en padres por 3ra vez.


Y ya van 8 meses, en donde hemos aprendido mucho y en donde hoy te observo. Al principio no entendía, pensaba que para el padre era mucho más fácil, no tenías que dar de amamantar, podías dormir la noche completa, te ibas a trabajar y no tenías que cumplir con ninguna de las labores que yo tenía que cumplir, te desconectabas del hogar. Al menos eso era lo que yo creía.


Pero no, siempre estás al pendiente de lo que ocurre en casa, te preocupas por los niños de que esten bien, trabajas durante todo el día y luego llegas a casa a cuidarlos a los 3, cada uno con su forma de ser, con sus gustos y desagravios, mientras yo voy a trabajar. Te preocupas cuando uno de nosotros se enferma y sacrificas muchas cosas en el día a día por ellos y por mi.


Tratas de entendernos a cada uno de nosotros, sobretodo a mi. No me pides nada, no exiges nada, porque entiendes y comprendo que sabes que también mi rol es complejo. Intentas levantarme el ánimo cuando estoy cansada, cuando no me siento bien. Me dices que soy hermosa, incluso cuando estoy despeinada y a cara lavada. Intentas comprender mis cambios por la revolución hormonal postparto y por sobretodo entiendes mis espacios. Y a pesar de que somos una familia más grande y en donde tenemos menos tiempo para nosotros dos, sé que me miras con aún más amor que el primer día y los días venideros de ese día, te he visto mirarme y siento tu amor.


Te he visto cada día esforzarte, no creas que no lo he hecho. Con sol, con lluvia, con viento, frío y calor. Ahí estás, no siendo el padre perfecto, pero por lejos el mejor que puedes ser.


Eres mi compañero, mi amigo y esposo, pero por sobretodo eres el hombre con el cuál no me equivoque, porque juntos vamos codo a codo, tu rol no es fácil, pero así cómo tu lo haces, aquí estoy remando junto a ti.



Comentarios


  • Facebook - Black Circle
  • Instagram - Black Circle

Somos la nueva generación de padres  

© 2017. Millennial Parents.  Creado con Wix.com

Puerto Varas, X Región de los Lagos, Chile.

bottom of page