Las Pataletas en los niños.
- Ps. Massiel Martínez.
- 3 jun 2017
- 4 Min. de lectura

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Le señalas que almorzarán en los próximos minutos por lo que si come dulces, no tendrá hambre para almorzar. El niño insiste y comienza poco a poco a elevar la voz. Tú, mantienes firmemente tú posición. Él comienza a gritar, luego llora, se tira al piso, golpea las cosas, da patadas para terminar quizás con un “Mamá/Papá ya no te amo, no te quiero”. Tú, al borde de perder la paciencia comienzas a gritarle, le dices cosas que no quieres decir (la molestia y el enojo te es más grande) y en algunos casos hasta has llegado a maltratarlo verbalmente (decirle: eres un cabro tonto o cállate tal por cual, es agresión verbal y psicológica) o físicamente (zamarrearlo, apretarle el brazo, tirarle la oreja, entre otros).
¿De qué hablamos en esta oportunidad? De las pataletas.
Las pataletas son la forma que encuentran los niños para expresar su malestar o desacuerdo frente a situaciones que no son de su agrado, o que se alejan del ideal de lo que ellos desean en ese momento.
Seguramente te estas preguntando: Si quiere expresar algo que no le gusta ¿Por qué no lo dice? ¿Por qué no habla? ¿Es necesario hacer tanto show?
Los niños, SON NIÑOS. No son adultos, por lo que su forma de pensar y razonar no se parece en lo absoluto a la nuestra dado que se están desarrollando física, psicológica, cognitiva y emocionalmente (no le pida a un niño ponerse en su lugar o en el de otro niño, porque difícilmente podrá hacerlo antes de los 5 años). Tampoco conoce la cantidad de palabras suficientes para expresarse hablando y por sobretodo, está aprendiendo a reconocer sus emociones y a autoregularlas, por lo que dar por echo que comprenderá todo lo que le exigimos, es complejo. Y es aquí donde me quiero detener.
Los niños deben aprender a autoregular sus emociones y somos nosotros los padres quienes tenemos esa responsabilidad. En el colegio no se lo enseñan y no tienen por qué. Si Ud. no lo hace, quizás su pequeño copiará modelos que no son adecuados, quizás de forma inmediata o a largo plazo (los niños imitan y repiten lo que ven y lo que oyen).

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¿Cómo reacciona Ud. cuando se enoja? ¿Cómo lo hace su hijo?
Las pataletas en los niños son comunes, ya que son parte de su desarrollo emocional. Dejan de serlo cuando son frecuentes y existe un descontrol de impulsos por parte del menor. Comienzan a ocurrir desde los 2 años y medio aproximadamente y estas ayudan a reafirmar su identidad. Sin embargo la diferencia entre un niño que a los 4 años hace pataletas con gritos, golpes y destrozos a otro que no, radica en como tú como padre o madre reaccionaste en las primeras pataletas de tu hijo. Si no reaccionaste de forma correcta y le gritaste o zamarreaste, lo más posible es que estas vayan siendo progresivas en el tiempo tanto en frecuencia como en intensidad. Si lo hiciste de forma correcta y trataste de hablare y contenerlo, lo más posible es que las pataletas de tu pequeño sean contadas con los dedos de una sola mano.
Sin embargo, no todo está perdido, ya que se pueden realizar cambios para que las pataletas vayan disminuyendo en frecuencia e intensidad.
Los cambios pasan por ti y en un primer minuto sólo por ti. Sí, papá, mamá, tío, abuela, hermano. Eres tú quien debe de hacer las cosas diferentes para que tu pequeño vaya aprendiendo con tu ejemplo.
Vamos por parte:
– Si sientes que tu hijo va a comenzar a realizar una pataleta, ten calma y contenlo. Abrázalo, hazle cariño en el pelo y que escuche tu respiración calmada. Esto lo tranquilizará. – Si sientes que estás comenzando a perder la paciencia y no puedes controlarte, pídele a otra persona que se haga cargo de la situación. Si estás solo, respira lentamente y siente como pasa el aire a través de tú nariz llega a tus pulmones y luego cómo sale de tu cuerpo. – Siempre recuerda que estas con un niño y tratas con un niño, no es un adulto. Ese mismo niño que está a punto de volverte loc@ es el mismo al que abrazas, al que ver dormir, al que miras y te derrites con sus avances, al que defenderías con todas tus fuerzas si otro le gritara o le pegara, ¿Por qué tu lo haces? – Medita efectivamente si lo que tu hijo te pide tiene un argumento consistente para ti o es sólo que se te ocurrió que debería ser así. Hay muchos adultos que juegan con el poder que tienen sobre sus hijos y hay que poner atención en ello, ya que es muy importante para el siguiente punto. – Debes explicarle al niño por qué le niegas lo que él solicita. Explicárselo “con peras y manzanas” las veces que sea necesario. Esto debe ser de forma simple y en un lenguaje que él entienda. Si no haces esto con él o ella desde pequeñ@, no pidas que tú hijo te dé explicaciones de lo que hace cuando sea adolescente o adulto, si tu respuesta para él siempre fue un “porque sí”, “porque no quiero”, “porque yo quiero” y nada más. – Por último y cuando la pataleta haya acabado, abrace a su hijo y dígale lo que siente. Además de rabia y descontrol, los pequeños experimentan miedo y tristeza, por lo que necesitan ser cobijados por un ser querido.
En un principio seguir estas pautas es un poco complejo, sobretodo si nuestros padres o cuidadores no actuaron de la forma más adecuada con nosotros. Nadie nace sabiendo ser padre, pero es nuestra tarea ir aprendiendo.
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